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Era una casa vieja con una planta y ático, a punto de derrumbarse. Las paredes estaban melladas, los ladrillos se mostraban obscenos, el yeso de desvanecía en un abrir y cerrar de ojos. No sé cómo diablos resistía esta casucha. Me imaginaba que si pasaba algún tranvía a galope la derrumbaba al primer silbido. Pero el tranvía no pasaba por allí desde hace 15 años. La Perra Demaia´ vivía en el bajo del edificio – ahora, después de tanto tiempo tengo una cierta indulgencia hacia ella, no se ha caído, no ha herido a nadie, allí solo el alcohol mata – de hecho vivía en un bajo ahondado con un metro bajo tierra – eh, a los borrachos, el destino irónico les acostumbra con tiempo al barro. Esta Perra era una bodega cojonuda... Eran las vísperas de las fiestas de Navidad, fuera era así y así, todavía se podía beber una caja de cervezas sin hacer chupones de hielo (carámbanos) en la nariz. Me he adentrado en el templo de la perdición y mi destino ha sido petrificado. Dentro se escuchaban chanzonetas francesas casi a la sordina (susurradas), de todas formas parecía que todo el mundo está de acuerdo con Edith que no lamenta nada. Dentro se encontraban alrededor de 10 personas, 20 turbios ojos – así pensé a primera vista, más tarde averigüé que me equivocaba con casi 3 – y cada uno estaba a lo suyo con una meticulosidad sagrada. Nadie hablaba pero era un esplendor (fascinante) mirarlos, como a una señal levantaban todos los vasos y sorbían 2 pequeños tragos, después de los cuales los ponían encima de la mesa, se oía un solo glu y un solo clap… no obstante existía una comunicación, la sentía, se respiraba en el aire. Sabía que es un momento solemne pero se me había secado de carajo la garganta, la ameba de mi estómago pedía ser regada, regada más a menudo a medida que crecía. Sin seguir esperando me he insinuado como una palabra dulce al lado del bar, con bastante cara y algunos cuartos para comprar 2 cervezas para mi camarada y para mí. El camarero, un tío bajito y gordo, con barba y bigotes canosos, orco y con un defecto en el ojo derecho, una mancha blanca, me ha hecho una señal para callarme. “¡Estimados comensales míos! Se aproxima las fiestas de Navidad, habéis trabajado con esmero este año, cada uno como habéis podido, y nosotros, como cualquier empresa respetada, damos paga de Navidad o paga extra. Mira el fajo de dineros, es para vosotros, pasaos por el bar en ca´ Gelu para que os haga partición, yo no puedo quedarme porque tengo que producir pero ¡felices fiestas!” | Entry #19838 — Discuss 0 — Variant: Not specified
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Es una casa antigua, con una planta y ático, listo para caer sobre ella. Las paredes eran menoscabar, los ladrillos parecían obscenos, el yeso estaba derritiéndose viendo con los ojos. No se como diablo resista esta ruina, me imaginaba que si pasa cualquier tranvía pataleando la derriba al primer silbido. Pero el tranvía ya no pasa de hace 15 años por allí. "LA Perra Agotada" vivía en la planta baja del edificio - ahora, después de tanto tiempo tengo una cierta indulgencia hacia ella, no cayó, no lastimó a nadie, allí sólo el alcohol mata - en realidad vivía en una planta baja hundida con un metro bajo tierra - eh, destino irónico, los acostumbraba con tiempo a los borrachos con el lodo - "La Perra" esta era una bodega endiablada... Era alrededor de Navidad, afuera era así y así, siendo capaz de beber una caja de cerveza sin tener que hacer carámbanos en la ventana de la nariz. Entré en el templo de la perdición y mi destino fue golpeado en perno. Dentro se escuchan ,canciones en francés, casi en silencio, sin embargo, parece que todos están de acuerdo con Edith que no lamenta nada. Había unas diez personas dentro, veinte ojos turbios - así pensé la primera vez, más tarde me enteré que me equivoque por casi 3 - y cada uno se hacía su trabajo con una meticulosidad sagrada. No habló nadie, pero era una esplendor para ver, como en una señal todas levantaron las copas y sorbieron dos pequeños sorbos, después las colocaron sobre la mesa,se podría oír solamente un "gal" y una sola palmada... y sin embargo hay una comunicación, la notaba, flotaba en el aire. Sé que es un momento solemne, pero mi garganta había secado, mi anfibio del estómago pedía para ser rociada, espolvoreada más fuerte a medida que creció. Sin esperar, insinuó como una dulce palabra cerca de la barra, con suficiente impertinencia y algo "suelto" para tomar dos cervezas, mi compañero y yo. El camarero, un hombre bajo y gordo, barbudo y con bigote encanecido, chungón en la cara y con un defecto en el ojo derecho, una mancha blanca, me hizo seña para callarme. "¡Mis queridos comensales! Es casi Navidad, has trabajado con cariño este año, cada uno como pudiera, y nosotros como a cualquier empresa respetada os damos premio. Mira este legajo de dinero es para vosotros, ir a la barra tío Gelu para hacer vuestra parte. Yo no puedo quedarme que tengo que producir, pero ¡Feliz Año Nuevo! " | Entry #22036 — Discuss 0 — Variant: Standard-Spain
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Era una casa vieja, con planta y ático, a punto de caer en ella. Las paredes estaban sin dientes, parecía ladrillos sucios, yeso visiblemente derretido. -Yo no soy como resistir mierda şandramaua esto, me imaginé que si va cualquier tranvía golpeando un primer grito colapsar en ella. Pero parada de tranvía a 15 años pasaban. CATA desmayarse vivía en la planta baja - Ahora, después de tanto tiempo tengo un poco de indulgencia hacia ella, no se cayó, no hace daño a nadie, no mata sólo alcohol - de hecho, él vivía en una planta baja, un metro más profundo en el suelo - eh , el destino irónico, él utilizó los borrachos tiempo con barro - era un infierno Cata bodega ... Era alrededor de la Navidad, excepto que era así y así todavía podría beber una caja de cerveza sin hacer carámbanos en Naret. Entramos en el templo de la perdición y mi destino estaba escrito en piedra. Chansonettes franceses Dentro escuchado casi apagados, sin embargo todo el mundo parecía estar de acuerdo con Edith que no se arrepiente de nada. Había cerca de 10 personas en el interior, veinte ojos con problemas - así que pensé la primera vez después me enteré de que estaba equivocado en cerca de 3 - y cada uno a su propio negocio con un cuidado santo. Nadie hablaba, pero era un esplendor a verlos como un signo levantó todas las gafas y se bebió dos sorbos, luego colocarlos en la mesa, oyó una chica sola y un solo aplauso ... y sin embargo hay una comunicación, un sentido, estaba en el aire. Sabía que era un momento solemne, pero mi garganta estaba seca como el infierno, mi ameba estómago requerida para ser rociado, pulverizado más fuerte a medida que crecía. Sin esperar, insinué que una palabra dulce al lado del bar con las suficientes agallas y algo de dinero para conseguir dos cervezas, yo y mi compañero. El camarero, un hombre bajo, gordo, con barba y musteţi gris, mamada ingenioso y un defecto en Ochiu 'como una mancha blanca, saludó con la mano me silenciosa. "Queridos compatriotas mis invitados! Es casi vacaciones de Navidad, en 'trabajado con arrastrar el próximo año que cada uno de esos a' pudo, y para nosotros como nosotros respetamos firma orce primero. Mira insignias tenc'şoru que le dan a usted, vaya a la barra para que se nea porción Gelu. Yo no estoy lisiado producto Io, sí sărbăutori feliz! " | Entry #22067 — Discuss 0 — Variant: Not specified
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